Estrenando lentes

Hoy estreno lentes y ahora que veo más claro, te miro pasar por mi cabeza y siento tenerte enfrente de mis ojos como si tuvieras piel, huesos, lleno de peso, inmóvible y empiezas a materializarte; mientras escucho tus palabras el papel del cigarro se consume y aquel sonido va desapareciendo en el silencio del pasillo de la casa de los recuerdos, del albergue de los miserables, aquel lugar llamado ja!... corazón.

Voy contemplando como se enciende el color rojo de la ceniza apunto de morir, apunto de revivirme mientras el dedo pulgar descanza en mi sien. Sigo escuchando tu vaga voz justo ahora que te he olvidado, ahora que eres el mejor recuerdo que guardo. Aveces me pregunto que haces. Antes sabía que hacías. Me he perdido y me confundo en la conjugación diaria de la tarea de los verbos: en el presente, en tu pasado y mi futuro.

Sé que en un pasado nos divertimos demasiado y no solo eso también lloramos, platicamos, jugamos, pretendimos, aprendimos, defendimos, nos insinuamos; simplemente....nos amamos.

Hoy deseo que me imagines, pero imaginame como siempre, deseame como me deseaste desde que nos conocimos. Llama a la ironía y olvida al pasado, traeme a un presente para que hoy y solo hoy no me extrañes. Ya dejo de ser difícil; ahora te pronuncio, te aprendo, te vivo, te siento, te justifico y te defiendo.

Las sensaciones se sienten presas y escapan por mis piernas porque sé que esta ráfaga de pensamientos está apunto de terminar, se acalambran, pesan, sienten ansiedad; siento la ansiedad parece que estoy encerrada en esta visión donde mis piernas van despacio, como cuando uno sueña que quiere escapar, intento correr lo más rápido que pueda y alcanzarte pues no dejas de regañarme, advertirme, cuidarme, atesorarme como lo único que tienes en la vida.

Ví bien? Lo logre? No solo son los lentes que me han transportado rápidamente por las diferentes alternativas de una vida. Las visiones de mi mente son las que proyectan mis ojos y ahora te veo, deseo, desconozco. Ahora que me he quitado los lentes, desapareces en cada intervalo de mi respiración.

Mañana hablaremos y recordaremos juntos a la ironía; la ironía que estorba y se vuelve un sintoma, la adicción del tiempo. Después nos perderemos, pospondremos nos informaremos y al final jugaremos con el verbo perdonar.

Hoy te veo más real.